Para evaluar el año 2021 hay que remontarse al año anterior, y a un acontecimiento tan relevante como fue el inicio de la pandemia en marzo de 2020. El segundo semestre de ese ejercicio fueron meses de mucha incertidumbre y, en general, de caída paulatina de la actividad. El año terminó con un contexto muy complicado, sin ver una salida clara a la situación.
Sorprendentemente, 2021 arrancó con fuerza, con muchos proyectos y clientes que parecían despertar del letargo. Empezaron a llegar cada vez más solicitudes de propuestas y se iniciaron contactos tanto a nivel nacional como internacional. Es difícil comprender los motivos reales de este empuje, aunque apostaría a que fue el resultado de la reactivación de proyectos y presupuestos que habían quedado congelados, sumado a nuevas necesidades de digitalización por parte de las empresas. Esto ha permitido que durante todo el año hayamos mantenido la misma actividad, con previsiones de crecimiento por encima del 50%.
Redradix ha pasado de empezar el año con un equipo de 29 personas a cerrar 2021 con 50 empleados. Un crecimiento importante, tanto a nivel de negocio como organizativo, que nos ha hecho enfrentarnos a diferentes retos:
- De tipo organizativo: pensando en cómo mantener la calidad de nuestro trabajo, del cuidado de los procesos asumiendo el aumento de equipo. Para ello hemos adaptado la nueva estructura de la empresa con nuevos perfiles que eran necesarios en esta nueva situación: people, comunicación, PO’s, infraestructura, etc. Ha supuesto un reto a nivel empresarial, ya que es la primera vez que empezamos a notar la necesidad de crear puestos de arquitectura corporativa, frente a la cultura que teníamos de ser un equipo dedicado a la ejecución de proyectos.
- En people: ser capaces de seguir colocando al equipo, la gente, en el centro de nuestra visión de negocio. De adaptar un nuevo plan de carrera y desarrollo. De mantener un alto nivel de motivación y de sensación de pertenencia. Y todo esto con una rotación mínima en un entorno súper competitivo donde los perfiles técnicos tienen una demanda muy elevada. Cerramos el año con una rotación del 2%.
- En contrataciones: buscando la forma de unir al equipo a las personas adecuadas a la vez que damos servicio a nuestros clientes. Ante una fuerte demanda de proyectos hemos tenido que incorporar nuevos compañeros rápidamente. Y que estos pudieran mantener la calidad de nuestro trabajo.
- Defender nuestra cultura: siempre hemos querido crecer, pero no a cualquier precio. Mantener nuestra esencia, quiénes somos y cómo queremos hacer las cosas es algo que tenemos grabado en nuestro ADN. Forma parte de nuestra visión personal y profesional. Redradix no tiene futuro sin su cultura. Por lo tanto, el hecho de aumentar rápidamente de equipo nos enfrenta al reto de seguir haciendo lo imposible para que no se pierda esta cultura.
- Remoto vs. presencial: en esta nueva realidad todo el mundo se ha visto forzado al trabajo en remoto, que ha venido para quedarse. Para nosotros ha sido una adaptación muy sencilla ya que era algo que teníamos implantado en la empresa de manera parcial. Aquí el mayor hándicap ha resultado ser lo contrario: cómo fomentar los lazos personales, la socialización y el cara a cara mientras la mayoría del equipo trabaja en remoto. Y lo hemos conseguido, organizando encuentros estacionales e, incluso, nuestro primer ROS (Redradix Open Space), que han sido la excusa perfecta para desvirtualizar a los nuevos compañeros.
2021 ha sido también el año en el que hemos dado oportunidad a nuestras spin-offs. Estos proyectos tienen gran peso en nuestra visión a largo plazo y nos permiten poner en marcha nuevas ideas a las que vemos sentido. Y a la vez nos obligan a estar continuamente actualizados con las novedades del mercado. Actualmente tenemos en marcha, o a punto de lanzarse, las siguientes iniciativas:
- Ophion: con un año de vida es un estudio dedicado a resolver retos creativos complejos desde el punto de vista del desarrollo front y de interacción. El resultado de una década de especialización en UI en Redradix que ahora da un paso más.
- Weco: se trata de una especialización en e-Commerce, concretamente en Shopify, con un componente fuertemente tecnológico y de producto. Es decir, programadores y diseñadores expertos en Shopify, más allá de simples configuradores.
- Classe: este proyecto da continuidad y entidad propia a nuestros 10 años de experiencia formando desarrolladores. Una escuela de programadores profesionales para programadores profesionales.
- Pipa y Limón: nos hemos atrevido incluso con nuestro propio e-commerce. Una tienda online B2C de productos de puericultura.
Hace doce meses hubiera sido impensable cerrar el ejercicio con este análisis, pero sin duda 2021 ha sido un ejercicio, cuanto menos, atípico para nuestro sector. De noticias positivas - como salidas a bolsa- y otras que no lo son tanto, con agencias que han tenido que cesar la actividad por la dificultad que supone hoy retener talento. Y otras que han decidido cambiar de rumbo para dedicarse al OpenSource o integrarse en otras estructuras.
2022 se nos plantea como un año en el que dar continuidad al crecimiento manteniendo nuestra cultura y valores. Seguir siendo quienes somos a la vez que el negocio se expande. Esperamos incorporar nuevos servicios y perfiles con los que ahora no contamos. Participar en proyectos de mayor impacto. Que las spin-offs lanzadas maduren y se establezcan como empresas independientes. Que vean la luz aquellas iniciativas que están en proceso y trabajar en alguno más (NoCode, Web3 Apps, SaaS…). En definitiva, seguir construyendo día a día lo que es nuestra visión a largo plazo.
¡Bienvenido, 2022!